sábado, 19 de abril de 2014

Hacia donde? -sí, por dónde? -también, cuándo? -no sé.

Esto me lo escribieron hace 5 años y aquí estoy todavía. Será por eso que estoy tan ansioso por irme? porque desde hace mucho sé lo que tengo que hacer pero no lo hago?

"El que no sigue sus sueños se vuelve un loco triste."

En mi puta vida seré un loco triste.

viernes, 4 de abril de 2014

Nosotros los malditos soñadores

Hola Jenn, decidí escribir lo que debí haberle dicho pero es que tengo una razón de hacerlo. Hoy los problemas  que me tenían en ese desasosiego los tengo que recordar de aquí al día que me muera.

Creo que hoy estaba enojado porque cuando me vuelvo a ver ya no me encuentro a mí mismo; yo desafortunadamente o no, soy un maldito soñador. Lo quiera o no, eso es lo que soy. Digo maldito porque el problema con nosotros los soñadores es que nuestras ambiciones y logros no se parecen a los de todo el mundo. Nosotros no nos guiamos por dogmas sociales: nuestras metas no son tener una casa y una familia, un trabajo muy lucrativo o ser de la alta sociedad. Nuestro problema es que nos guía la felicidad. Nosotros no seguimos caminos, nosotros hacemos caminos. Nosotros no cabemos en la categoría de interpretes de esta sociedad. Ni si quiera cabemos en la categoría de dirigentes porque ellos deciden cual destino tomar. Nosotros vamos más allá; nosotros hacemos esos malditos caminos. Los soñadores pertenecemos a esa categoría de locos que quieren cambiar el mundo. Que no son guiados por pequeñas ideas porque las ideas salen de la cabeza y a nosotros nos guía el corazón y la pasión; fuerzas desmedidas que no se conforman con poquito. Nosotros somos los Dantes, los Teslas, los Magallanes, los Ghandis, los Rosa Parks y otros millones que vieron cambiar el mundo porque nunca se conformaron con lo mismo. Nunca se detuvieron. El problema es que para nosotros una derrota, una puerta cerrada, un impedimento no es una tristeza. Es más bien como una pequeña muerte porque nosotros tenemos la maldición de la ambición eterna. Estamos llenos de voluntad y sentimos el deber y la obligación de recibir y crear felicidad. Y no hay peor abismo que el que aleja de esa búsqueda, de ese viaje, de esos sueños. Nosotros nos alimentamos de nuestros triunfos pero no son nuestros en realidad sino del mundo. Simplemente no podemos sentarnos a ver como todo lo que podríamos hacer está sin hacerse.
Por eso estoy frustrado Jenn, porque hoy me veo y sé que soy un maldito soñador como siempre lo he sido pero estoy aquí, sólo viendo el mundo pasar mientras mi voluntad cada día acumula más polvo.