domingo, 11 de abril de 2021

Otro no tan nuevo capítulo, ¿o no?

Abro esta entrada empezando por la premisa de que no tengo idea de qué hacer.

Decidís volver a mi vida cuando tu decisión al respecto había sido irte y la mía seguir adelante. A este punto mi corazón incluso había considerado moverse y abrir nuevas posibilidades. 

Me siento atrapado en un cubo pequeño y sin luz. Siento que no puedo alejarme del dolor. Como si el sufrimiento acompañara todas las opciones. 

¿Por qué decidiste volver? ¿Por qué venís a crear este caos en mí? ¿Por qué no sólo me dejás ir? Y fnalmente, ¿Por qué no puedo tomar esta decisón yo mismo? 

Siento que por un lado volver sería lindo, tantas cosas que haríamos juntos, compartiríamos la vida que soñamos tener, nos tendríamos el uno al otro. La casa que soñamos, la vida juntos y felices. Los pequeños detalles que llevan a pequeños recuerdos lindos. 

Por otro lado me siento molesto, triste, descepcionado, traicionado, devaluado, abandonado. Me siento no querido, eso quizas lo resuma todo. Es un sentimiento devastador. 

 Sé que estás haciendo un gran esfuerzo, sé que es difícil lo que hacés, sé que sería una linda oportunidad, sé que sos increíble.  

Pero en este momento, no me nace decir que sí. 

Quiero que mis manos me levanten y me apoyen, quiero que mi cara me haga sonreir, quiero que mi corazón brille de nuevo, quiero que mis piernas quieran bailar, quiero que mis ojos vean colores, que mi boca suelte música y mis oidos quieran abrirse de nuevo. Necesito recuperarme, necesito la alegría que perdí. Necesito tomar las decisiones que me lleven a estar orgulloso de mí mismo. 

Y siento que estando con vos no es el camino para lograrlo. Ahora mismo, me necesito mucho a mí mismo. Solo.