jueves, 11 de marzo de 2021

Un nuevo capítulo

 Este es de eso cuentos que empiezan por el final; de esos que empiezan cuando ya todo salió mal. 

Yo de verdad pensé que con ella iba a estar toda la vida. Y no es como que con las demás no fuera así de serio pero es que con ella ya lo habíamos hablado. Ya sabíamos el color de la casa, el patio grande, el perrito, la cocina, los espacios de ambos, etc. 

Esta vez sentí que de verdad se me había caído el porvenir. Terminar siempre es duro pero las veces anteriores yo sabía hacia adonde iba todo. Yo vi derrumbarse la cabaña de a pocos. Yo vi la decadencia de los cimientos y cómo el tiempo devoraba la madera que no se cuidaba. Al final yo fui el que tomó el hacha y botó lo que quedaba.  Pero esta vez fue diferente porque la cabaña fue cuidada, construida con refuerzos y sobretodo con esfuerzo en conjunto, El Conjunto. No sé qué huracán se la llevó y dejó nada. 

Me hace falta de una manera muy difícil de explicar, como si me hiciera falta una parte de mi mismo. Un pequeño motorcito fabricante de alegría se fue. Y yo sé que ella lo siente también, sé que me busca y que quiere lo mismo, sólo que ella también busca que no haya nada y eso lamentablemente le gana a todo lo demás. 

Yo puedo sostenerme aquí e ir aceptando que donde estuvo la cabaña ahora puede haber un lindo jardín, que no todo nace y crece como yo quisiera pero que está y que quiere existir. Hay incluso flores que ella sembró y algún día olvidaré que así fue pero el agradecimiento siempre perdurará.

Un beso y abrazo grandes a mi más amado fracaso.